Cuando Moli aterriza en el desierto se da cuenta de que hace mucho calor. El suelo está cubierto de pequeñas montañas de arena que se parecen a las olas del mar.
Mientras recoge su paracaídas, ve a lo lejos a un niño que camina junto a un dromedario y que le hace gestos con las manos. Parece estar cansado.
El niño que conoce Moli, se llama Moussa y pertenece a la familia de los Tuaregs. Moussa estaba cansado porque los niños de su pueblo lo que hacen es aprender a vivir buscando el tesoro del desierto: El agua.
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